Quien navega por la ría de Pontevedra sabe que hay unas pasajeras que siempre se apuntan a la travesía: las gaviotas. Blancas, elegantes y curiosas, son parte inseparable del paisaje marino y un símbolo de la vida costera gallega.
Combarro, su puerto y su cielo
Al salir desde el pintoresco puerto de Combarro, el horizonte se llena de hórreos, bateas y… gaviotas. Desde las barandillas del barco, puedes ver cómo se elevan sobre el agua, siguiendo la estela que dejamos a nuestro paso. Algunas vuelan alto, planeando sin esfuerzo, mientras otras bajan en picado para rozar la superficie en busca de alimento.
Expertas navegantes
Las gaviotas conocen la ría como la palma de su ala. Saben dónde las corrientes traen más peces, dónde los barcos descargan marisco fresco y dónde el viento sopla a favor. Su vuelo es hipnótico: basta con levantar la vista para seguir ese juego de curvas, planeos y giros que parecen coreografiados.
El sonido que acompaña el viaje
Su canto, a veces un grito agudo, a veces un murmullo lejano, se mezcla con el rumor de las olas y el motor del barco. Es la banda sonora natural de cualquier paseo por la ría, recordándonos que navegamos en un espacio vivo, compartido con muchas otras especies.
Una imagen para el recuerdo
En nuestras rutas, las gaviotas suelen acercarse lo suficiente como para que puedas fotografiarlas de cerca, con el fondo de Combarro, la isla de Tambo o las bateas. Son momentos espontáneos que se convierten en recuerdos únicos del viaje.
Sabías que…
En la ría de Pontevedra, especialmente cerca de Combarro, las gaviotas han aprendido a seguir a los barcos turísticos porque saben que las corrientes levantadas por la hélice y el oleaje pueden dejar a la vista pequeños peces y crustáceos. Esta conducta, transmitida entre generaciones, demuestra su gran capacidad de adaptación.
Cruceros Pelegrín una manera diferente de descubrir las Rías Baixas
En Cruceros Pelegrín te ofrecemos la oportunidad de descubrir Combarro y su ría desde el mar, acompañado por el vuelo y el canto de las gaviotas. Durante el recorrido podrás ver de cerca las bateas donde se cultivan mejillones, vieiras y ostras, y, si hay suerte, captar el instante perfecto de estas aves en pleno vuelo.
Nuestra embarcación con visión submarina te permitirá observar también el fondo marino, y para cerrar la experiencia nada mejor que una degustación de mejillones recién hechos acompañados de vino gallego o un refresco.
Una actividad perfecta para disfrutar en familia, en pareja o con amigos, y llevarte un recuerdo auténtico de Combarro.